29 nov 2024
Cuando llega el día del examen práctico, los nervios pueden jugarte una mala pasada. Es normal preocuparse por las faltas: cuántas puedes cometer, cómo se clasifican y cuáles son las que más suelen aparecer. Vamos a aclarar todo eso para que afrontes tu prueba con confianza y evites los errores que más puntos restan.
¿Qué tipos de faltas en el examen práctico existen?
Las faltas en el examen práctico se dividen en tres categorías: leves, deficientes y eliminatorias. Cada una tiene un impacto diferente en la calificación y, dependiendo de cuántas cometas, puedes aprobar o suspender.
Faltas en el examen práctico leves: Pequeños despistes que pueden sumar
Los fallos leves son errores menores que, por sí solos, no harán que suspendas el examen; pero sí que pueden acumularse y convertirse en un problema. Algunos ejemplos de faltas leves son:
No comprobar los espejos antes de cambiar de carril.
Señalizar tarde un giro.
Ajustar mal la velocidad, como ir demasiado lento sin motivo.
La clave está en que, aunque son faltas pequeñas, 10 fallos leves son suficientes para suspender. Por eso, incluso los detalles cuentan.
Faltas en el examen práctico deficientes: Errores con riesgo moderado
Aquí hablamos de fallos más serios que pueden suponer un riesgo o un obstáculo. Estas faltas tienen más peso en la evaluación. Por ejemplo:
Frenar bruscamente sin razón.
Invadir un poco el carril contrario.
No respetar la distancia de seguridad durante demasiado tiempo.
Con solo dos faltas deficientes suspenderás, así que es importante trabajar bien estos aspectos antes de la prueba.
Faltas en examen práctico eliminatorias: Suspenso directo
Por último, las faltas eliminatorias son errores graves que representan un peligro claro para ti, para otros conductores o para los peatones. Algunos ejemplos son:
Saltarte un semáforo en rojo.
No ceder el paso y provocar una situación peligrosa.
Conducir de forma temeraria o hacer maniobras bruscas.
Aquí no hay margen de error: una sola falta eliminatoria significa que el examen termina ahí mismo.
¿Cómo se evalúan las faltas en el examen práctico?
El examinador lleva una hoja donde va anotando cada tipo de fallo que cometes. Al final de la prueba, suma las faltas y decide si apruebas o no. Las reglas son las siguientes:
1 falta eliminatoria = suspenso automático.
2 faltas deficientes = suspenso.
1 falta deficiente + 5 leves = suspenso.
10 faltas leves = suspenso.
Aunque esto puede sonar abrumador, lo importante es no obsesionarte durante el examen. A veces, cometer un fallo no significa que todo esté perdido. Lo mejor es centrarte en seguir conduciendo de forma segura.
Consejos para evitar los fallos más comunes
Es normal que los nervios te jueguen malas pasadas, pero hay ciertas estrategias que pueden ayudarte a reducir las probabilidades de cometer errores:
1. Haz siempre las comprobaciones básicas.
Antes de arrancar, ajusta el asiento, regula los espejos y colócate el cinturón. Parece obvio, pero estos despistes son más frecuentes de lo que crees y cuentan como fallos leves.
2. Practica las maniobras clave.
Adelantamientos, giros e incorporaciones son algunas de las maniobras donde más suelen fallar los alumnos. Si alguna de estas te resulta complicada, dedica tiempo extra a practicarla antes del examen.
3. Controla los nervios.
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero mantener la calma es esencial. Si cometes un error, no te rindas: un fallo leve o incluso un deficiente no significa que ya hayas suspendido. Respira hondo y sigue concentrado en la conducción.
4. Sé previsor con las señales.
Anticípate a las situaciones, observa el tráfico con atención y evita maniobras bruscas. Señaliza con antelación y asegúrate de que los demás conductores entiendan lo que vas a hacer.
Las faltas en el examen práctico más típicas y cómo evitarlas
Conocer los fallos más comunes puede ayudarte a no caer en ellos. Aquí tienes algunos de los que más se repiten:
Error 1: Mala señalización.
Señalizar demasiado tarde, o incluso no hacerlo, es un fallo leve muy frecuente. Para evitarlo, desarrolla el hábito de señalizar cada maniobra con suficiente antelación.
Error 2: Mala observación.
No mirar los espejos o no comprobar el ángulo muerto puede llevar a fallos deficientes. Siempre haz las comprobaciones necesarias, aunque te parezca que no hay tráfico cerca.
Error 3: Exceso de velocidad.
Ir demasiado rápido, o incluso demasiado lento, puede ser motivo de falta. Ajusta siempre la velocidad a las condiciones del tráfico y de la vía.
Error 4: Frenadas bruscas.
Detenerte de golpe sin necesidad puede interpretarse como un fallo deficiente. Planifica tus frenadas con tiempo y hazlas de manera progresiva.
Un último consejo para tu examen
El examen práctico no se trata solo de demostrar que sabes conducir, sino de hacerlo con confianza y seguridad. La práctica constante es tu mejor aliada. Cuanto más te expongas a diferentes situaciones, mejor preparado estarás para enfrentarte a cualquier imprevisto.
Recuerda también que los examinadores no buscan la perfección, sino comprobar que tienes el control suficiente para conducir de forma segura. Los errores pequeños son normales; lo importante es que no afecten a tu concentración ni a tu actitud al volante.
Autoescuela Intensivo: aprueba con tranquilidad
Prepararte bien para el examen práctico es clave para evitar sorpresas. Ahora ya sabes cómo se clasifican las faltas, cómo afectan al resultado y qué puedes hacer para evitarlas. Practica, mantén la calma y confía en lo que has aprendido.
Con un poco de paciencia y esfuerzo, el carnet estará mucho más cerca de lo que crees. ¡Confía en nosotros para asegurar tu aprobado!